Mes de mayo - Mes de Mª Auxiliadora (19)
FLOR: Reza: "Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios".
La Virgen de Don Bosco.
Los sabios discursos hay que ponerlos en práctica, dándoles vida real.
En la historia de la Iglesia se ha invocado siempre el Auxilio de MarÃa. La oración más antigua que se conoce, dirigida a MarÃa, comienza asÃ: "Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios". Fue compuesta ciertamente en un momento de peligro.
Pero hacÃa falta alguien que hiciera popular el tÃtulo de la Auxiliadora, que lo hiciera vibrar en el corazón del pueblo cristiano. Para eso, Dios suscitó, con la intervención materna de MarÃa, a San Juan Bosco, para que fundara la Familia Salesiana, que hoy dÃa está presente en 132 naciones del mundo. Una de sus funciones más queridas es difundir por toda la Iglesia la devoción a MarÃa Auxiliadora.
Mes de mayo - Mes de Mª Auxiliadora (18)
FLOR: Reflexiona: Tu devoción a la Virgen te ha de llevar siempre a Jesús y a su Iglesia.
Jesús, MarÃa y la Iglesia.
Una hoguera da generosamente luz y calor a los que están cerca.
Cuando hablamos de la Virgen, necesariamente hemos de presentar a Jesús. Asà como la hoguera une la luz y el calor, asà están unidos Jesús y MarÃa. Los sacerdotes tienen una gran responsabilidad cuando predican, cuando orientan al pueblo cristiano en la fe: deben presentar el misterio sublime de MarÃa, como Madre de Jesús y Madre de la Iglesia.
Si hablan sobre la Virgen, han de relacionarla con Jesús, porque MarÃa, por sà sola, serÃa una mujer más en la historia del mundo. Pero Dios la escogió para ser la Madre y la mejor colaboradora de Jesús y de su Iglesia. Predicar a MarÃa es siempre predicar a Jesús y a su Iglesia.
Mes de mayo - Mes de Mª Auxiliadora (17)
FLOR: Reza: "Auxiliadora del Papa, de los Obispos y de todos los Cristianos, ayúdanos".
M.ª Auxiliadora, los Papas y el Concilio.
La reunión más decisiva que se celebra en la Iglesia es el Concilio Ecuménico. Para ello, el Papa convoca a todos los obispos del mundo, tratando con ellos los grandes problemas y sus oportunas soluciones.
El Concilio Ecuménico Vaticano II lo comenzó el papa San Juan XXIII y lo continuó el papa San Pablo VI. Ambos, delante de todos los obispos del mundo, reunidos en Concilio, invocaron asà a MarÃa: "Auxiliadora de los Obispos".
Nosotros rezamos: "Auxiliadora de los Cristianos". Pero cada persona, cada grupo puede invocar a la Virgen como su Auxiliadora. Ella es Auxiliadora de los jóvenes, de los obreros, de los investigadores, de los enfermos, de los apóstoles, de los misioneros: de todos y de cada uno.