Mes de mayo - Mes de Mª Auxiliadora (8)
FLOR: Reza un avemarÃa por los nuevos apóstoles, que envÃa el EspÃritu Santo.
El primer encuentro.
La primera impresión que recibimos de una persona nos queda grabada en el recuerdo. Una curiosidad: ¿cuándo fue la primera vez que la Virgen y los Doce Apóstoles se conocieron? El Evangelio lo dice claramente: en la Boda de Caná. Jesús llegó con sus Apóstoles, por un lado, y MarÃa, por otro.
En Caná realizó Jesús su primer milagro como MesÃas de Dios, como Apóstol enviado por Dios Padre, transformando el agua en vino. Al acabar la boda, bajaron a Cafarnaún, Jesús, su Madre y los Apóstoles.
En ese momento, MarÃa comenzó a ser Madre y Reina de los Doce Apóstoles, pero también de todos los apóstoles que el EspÃritu Santo irÃa enviando al mundo a través de todos los siglos. También de nosotros.
Mes de mayo - Mes de Mª Auxiliadora (7)
FLOR: Reza: "MarÃa, Madre de Jesús Apóstol, bendice a los apóstoles de hoy dÃa".
¡Adiós!
¡Adiós! es una expresión con profundo sentido religioso. Vamos a Dios, hacia Él. Al despedirnos de alguien, nuestro camino, nuestra vida van hacia Dios.
También Jesús se despidió de su Madre para comenzar a predicar el Evangelio y le dijo: "¡A Dios!". MarÃa se convirtió asà en la Madre de Jesús Apóstol, que venÃa a predicar el Evangelio.
Los hijos, cuando se marchan de casa, se despiden con un ¡adiós! Eso hacen también los apóstoles, los misioneros, los sacerdotes, religiosos y religiosas. Ellos van hacia Dios, siguiendo su llamada y animan a otros muchos a encaminar su vida hacia Dios. Los apóstoles no fundan su propia familia humana, sino la inmensa Familia de los hijos de Dios.
Mes de mayo - Mes de Mª Auxiliadora (6)
FLOR: Reflexiona: Unido a Jesús, también tú puedes salvar al mundo con tu trabajo.
Treinta años de silencio.
La vida está llena de misterios, que no logramos descifrar. Uno de ellos es el siguiente. Dios Padre envió al mundo a su Hijo Jesús como su Apóstol, como Salvador del mundo. Y Jesús se pasó unos treinta años creciendo y trabajando en Nazaret, ocultando su personalidad.
MarÃa, la Madre de Jesús Apóstol, se preguntarÃa más de una vez: "¿Cuándo va a comenzar este Hijo a predicar el esperado Reino de Dios?".
Jesús le enseñó a Ella y a nosotros que el cumplimiento del deber, la vida de cada dÃa son un verdadero apostolado, si se ofrecen a Dios. Él no necesita de nuestro ruido, de nuestras prisas, sino de nuestro amor y generosidad. Jesús salvó al mundo también con su sencillo trabajo de cada dÃa.